martes, 28 de febrero de 2017

Sueño lúcido y viaje astral con meditación. Parte 1


Sueño lúcido y
 viaje astral con
 meditación Parte1


"ESO ES EL SER, LO QUE ESTÁ 
DESPIERTO EN AQUELLOS QUE 
DUERMEN" - 
KATHA UPANISHAD 
Un sueño lúcido es un SUEÑO

 que se caracteriza en que el
 soñante es consciente 
de estar soñando, logrando
 alterar el desenvolvimiento 
del mismo. 
Se puede dar
 espontáneamente o ser inducido mediante prácticas y ejercicios.
Los sueños lúcidos son aquellos en los cuales el soñador se da 

cuenta de estar 
soñando. 
Esta percepción puede ser un reconocimiento vago de ese hecho
 a una ampliación
 trascendental de la perspectiva. Los sueños lúcidos suelen
 producirse mientras 
la persona 
está en medio de un sueño común y corriente y de pronto
 se da cuenta de que
 está soñando. 
A esto se le llama “sueño lúcido iniciado desde el sueño”.
 Este se produce cuando
 se pasa de 
un estado de vigilia normal directamente a un estado onírico,
 sin ningún aparente
 lapso de
 consciencia. En ambos casos, los sueños tienden a ser
 más extraños y
 emocionales que
 los comunes y corrientes. Y lo que es más importante,
 el soñador tiene al 
menos un poco 
de control sobre el sueño en sí y de su entorno. 
COMO COMENZAR A PREPARAR EL CEREBRO PARA 
TENER UN SUEÑO LUCIDO
Lleva un diario de sueños. Tenlo cerca de la cama en la

 noche y escribe tu sueño 
inmediatamente 
después de despertarte o las emociones y sensaciones 
que experimentaste justo
 después de
 abrir los ojos. De esta manera, te entrenarás para
 recordar más tus sueños, 
paso importante
 para tener sueños lúcidos. Además, no tiene mucho 
sentido tener el control de
 tus sueños si
 olvidas la experiencia antes de que raye el sol.
Otra opción es que tengas un dispositivo de

 grabación cerca de tu cama.
Quizá recuerdes más tu sueño si no te mueves 

unos cuantos minutos y te 
concentras en
 tu memoria antes de empezar a escribir
Haz pruebas de realidad frecuentemente. 

Después de ciertas horas del día, 
pregúntate: “¿Estoy soñando?” y realiza una 
de las siguientes tácticas para 
verificar si 
estás en la realidad o no. Con la práctica,
 empezarás a acostumbrarte a 
hacerlo en
 tus sueños también, lo cual te pondrá al 
tanto de que efectivamente estás 
soñando.
Lee una página de un texto o mira la hora

 en un reloj, mira a otro lado y
 luego
 vuélvelo a mirar. En los sueños, el texto y
 el tiempo se verán borrosos, 
serán ilógicos o serán diferentes cada vez 
que los revises.
Pellízcate la nariz, cierra la boca y prueba si

 todavía puedes respirar.
Tan solo mírate las manos y los pies. 

Las manos y los pies suelen verse 
distorsionados en los sueños, si los observas
 detenidamente.
Repítete: “Sabré a conciencia de que estoy

 soñando” cada vez que te quedes
 dormido. Cada noche, mientras concilias
 el sueño, repítete: “Sabré que estoy 
soñando” o alguna frase similar hasta que
 salgas del estado de vigilia.
 A esta técnica se le denomina “MILD” 
(Mnemonic Induced Lucid Dream, 
o en español: Inducción Mnemónica de 
Sueños Lúcidos).[4] La inducción mnemónica 
solo se refiere al uso de
 ciertas técnicas para ayudar a la memoria o
 en este caso, al uso 
repetido de una frase para que la consciencia
 de saberse soñando 
se vuelva un hábito automático.
A algunos les gusta acoplar este paso con

 una
 “prueba de realidad”: se miran las manos
 unos 
cuantos minutos antes de irse a dormir.
Aprende a reconocer las señales

 personales del sueño. 
Lee tu diario periódicamente y busca 
“señales de sueño” recurrentes.
 Estas son situaciones o eventos recurrentes
 que podrías reconocer en tus sueños. 
Si te familiarizas con ellas, podrías reconocerlas 
durante el sueño y por lo tanto, 
sabrás que estás soñando.
Quizá ya conozcas algunas. Algunos de

 estos eventos más habituales son:
 perder los dientes, ser perseguido por algo 
grande o estar desnudo en público.
Vuélvete a dormir cuando te despierte un sueño. 

Si te despiertas y recuerdas lo que soñaste,
 escríbelo en tu diario, luego cierra los ojos y 
concéntrate en el sueño. 
Imagina que estabas en él, te percataste de
 una de las señales o
 hiciste una prueba de realidad y te diste 
cuenta de estar soñando.
 Aférrate a ese pensamiento mientras 
vuelves a conciliar el sueño y
 posiblemente entres a un sueño lúcido.
Ten presente que la mayoría de los sueños

 lúcidos se produce cuando
 la persona está en un sueño profundo,
 generalmente porque se da
 cuenta de un evento fuera de lo común 
que le da a entender que
 no es la realidad. Este es solo otro 
desencadenante que produce casi
 el 25% de los sueños lúcidos.
Los sueños lúcidos son aquellos sueños

 en donde nos damos cuenta de que
 estamos soñando.

Lee los siguientes libros recomendados:
"LOS SUEÑOS, SIENDO UNA GRAN

 RESERVA DE CONOCIMIENTO Y 

EXPERIENCIA, SON A MENUDO NO
 CONSIDERADOS EN SU CUALIDAD
 DE VEHÍCULOS PARA EXPLORAR LA 
REALIDAD" - TARTHANG TULKU RINPOCHE
"SIEMPRE RECONOCE LA CUALIDAD 

ONÍRICA DE LA VIDA, 
REDUCIENDO EL APEGO Y LA AVERSIÓN.
 PRACTICA LA AMABILIDAD 
CON TODOS LOS SERES. SE AMABLE Y
 COMPASIVO, SIN IMPORTAR 
QUE TE HAGAN LOS DEMÁS A TI; LO
 QUE TE HAGAN NO VA A IMPORTAR MUCHO 
SI MIRAS TODOS COMO 
UN SUEÑO. EL TRUCO ES TENER UNA
 INTENCIÓN POSITIVA DURANTE EL SUEÑO. 
ESTE ES EL PUNTO ESENCIAL, ESTO
 ES LA VERDADERO ESPIRITUALIDAD"
 - CHAKDUD TULKU RINPOCHE
"TODO LO QUE VEMOS NO ES SINO 

UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO" -
 EDGAR ALLEN POE
"QUE EL DORMIR SEA EN SI MISMO UN

 EJERCICIO EN LA PIEDAD, 
YA QUE TAL COMO LO SON NUESTRA 
VIDA Y CONDUCTA, 
POR NECESIDAD TAMBIÉN LO SON
 NUESTROS SUEÑOS." - SAN BASILIO

Sueños Lúcidos o Conscientes

Los sueños conscientes ocurren cuando el

 soñante se da cuenta que sueña 
en medio de su sueño. "Espera un momento, 
¡esto es sólo un sueño!" La mayoría de los 
soñantes se
 despiertan una vez que se dan cuenta que 
sólo están soñando. 
Otros soñantes han desarrollado la habilidad de
 permanecer en el estado consciente de soñar.
 Pueden incluso llegar a ser participantes activos 
en su sueño,
 tomar decisiones en sus sueños e influir en
 el resultado de su sueño sin despertar.
Las leyes de la física y las de la sociedad se

 derogan en los sueños. 
Los límites sólo son los de tu imaginación. 
Se desperdicia mucho el potencial de sueños
 porque las personas no reconocen que sueñan.
Cuando no estamos lúcidos en un sueño, 

pensamos y nos comportamos como si 
estuviéramos despiertos en realidad. Esto 
puede llevar a frustración vana, confusión y 
desperdicio de energía, y en mucho peor caso, 
pesadillas espantosas.
 Nuestro esfuerzo por dar un resultado así 
ansiedad sueña con fechas tope, 
exámenes que se olvidan, perdidas de cualquier
 manera, y así sucesivamente.
 Los sueños de Ansiedad y las pesadillas se 
pueden superar gracias al sueño lucido, 
porque si sabes que sueñas, no tienes
 nada temer.
 Las imágenes del sueño no pueden herirte.
 Los sueños lúcidos,
 además te ayudan a llevar tus sueños en
 direcciones que te satisfagan, 
disfrutar aventuras fantásticas, y superar
 pesadillas, pueden ser 
herramientas valiosas para tener éxito
 en tu vida despierta. 
Los soñadores lúcidos pueden emplear
 deliberadamente 
el potencial natural de la creatividad para
 resolver problemas e inspiración artística.
 Atletas, ejecutantes, o alguien que da 
presentaciones puede preparar, practicar y 
pulir sus ejecuciones mientras duermen. 
Esto es sólo una de las muchas maneras
 en la que el sueño lucido puede ser 
empleado para mejorar sus vidas.
Hay varios métodos de inducir los 

Sueños lúcidos. El primer paso,
 indiferente del método,
 está en desarrollar tus cualidades 
para recordar tus sueños hasta que
 puedas recordar por lo menos un
 sueño por noche. 
Entonces, si tienes un sueño lúcido
 lo recordarás. 
Te volverás también muy familiar
 con tus sueños, 
haciendo más fácil aprender a
 reconocerlos mientras pasan. 
Si recuerdas tus sueños, puedes 
empezar inmediatamente con
 dos técnicas simples para estimular
 a los Sueños lúcidos.
 Los Soñadores lúcidos hacen 
un hábito de
 "comprobación de la realidad.
" Esto significa investigar el ambiente
 y
 decidir si sueñas o estas despierto.
 Preguntarte muchas veces por día,
 "¿Estaré soñando?". Entonces, 
prueba la estabilidad de tu realidad
 presente leyendo algunas palabras, 
mirando lejos y mirando a tras mientras
 tratas de cambiarlos.
 La inestabilidad de los sueños es la
 pista más fácil para distinguir la 
realidad y el sueño. Si las palabras
 cambian, sueñas. 
Tomando siestas es una manera con
 la que puedes aumentar 
gradualmente tus oportunidades de
 tener sueños lúcidos.
 Tienes que dormir bastante en la siesta
 para entrar en REM. 
Si tomas la siesta en la mañana (después
 de haberte despertado más 
temprano de lo usual), estás probablemente 
entrando en 
fase REM en una media hora a una hora 
después de que te duermes.
Si tú siesta es de 90 minutos a 2 horas

 tendrás suficientes sueños y
 una probabilidad más alta de tener un
 adecuado sueño lúcido que
 en los sueños que tienes durante el 
sueño de un noche normal.
 Enfoca tu intención de reconocer
 que tú sueñas cuando te
 duermes durante la siesta.
Inicialmente, los principiantes tienen

 dificultad para descansar en
 el sueño después de que logran
 lucidez.
 Este obstáculo hace que muchas
 personas desprecien
 el valor del sueño lúcido, porque
 no han experimentado más que
 el destello del conocimiento de
 que se encuentran soñando, 
seguido del despertar inmediato. 
Dos técnicas simples pueden
 ayudarte a superar este problema.
 Lo primero es crear calma en el sueño. 
El propio sueño lúcido excita, 
pero expresar la excitación puede
 despertarte. 
Suprime tus sentimientos un poco 
y vuelve tu atención al sueño.
 Si el sueño muestra señales de fin,
 tal como la desaparición, 
pérdida de claridad o profundidad
 de la imaginación, "dar vueltas" puede
 ayudar a hacer retroceder al sueño. 
En cuanto el sueño comienza a
 "desvanecerse," antes de sentir 
realmente tu cuerpo en la cama, 
gira a tu cuerpo del sueño como
 encima. Esto es, dando vueltas como
 cuando un niño trata de crearse
 un mareo (probablemente no te
 marearas durante el sueño porque 
tu cuerpo físico no da vueltas). 
Recuerda, "La próxima escena 
será un sueño." Cuando tú pares de
 dar vueltas, si no es obvio que 
estás soñando, haz una prueba de
 realidad. Aun cuando piensas que 
estás despierto, te puedes sorprender del
 hallazgo ¡que todavía sueñas!
Saludos desde mi corazón
Laura Alicia Moreno Perez
IzquierdaCentroDerechaEliminar
Lo siguiente es un fragmento de lo 

escrito por de el antropólogo 
Carlos Castaneda .en lo personal no estoy
 de acuerdo en algunas cosas.
pero ese es otro tema.
En su "Viaje a Ixtlán" escribe el antropólogo Carlos 

Castaneda 
algunas de las enseñanzas del brujo yaki Don Juan,
 en relación al mundo onírico.
 Un día de agosto de 1961 le dijo lo siguiente:
 "Te ha llegado el momento de aprender a acceder al poder,
 y vas a empezar por empuñar tus sueños."
Dos días después, de madrugada, tras conducirlo

 a la cumbre de una alta 
colina, le declaró: "Aquí mismo voy a enseñarte la
 primera etapa del poder...
 voy a enseñarte cómo elaborar el sueño. "
Sus primeras instrucciones fueron:"esta noche, en

 tus sueños, te mirarás las manos."
Preguntado el por qué de esa observación, D.Juan le

 respondió que era indiferente
 mirar una cosa u otra y que había escogido las
 manos porque están siempre allí a 
disposición del durmiente. Explicó que el examen
atento de un objeto es indispensable
 para "elaborar"el sueño ya que las cosas vistas
 en sueños cambian constantemente. 
Se difuminan y se desvanecen para dejar lugar 
a otras que, a su vez,
 hacen lo mismo. Castaneda debía, por lo tanto, 
ejercitarse a retener la
 visión ya que soñar "es real cuando se consigue
 hacer que todo sea claro y nítido".
Cuando llegó el momento de pasar a la

 segunda fase de su
 entrenamiento nocturno, C.Castaneda recibió
 esta breve 
indicación: "Escoge el lugar al que 
quieres ir (en sueños).
 Después, ten la voluntad de ir allí".
Así, D.Juan le enseñaba a obtener

 "sueños lúcidos". Los psicólogos 
denominan así al estado en el cual
 el durmiente, sabiendo perfectamente 
que está durmiendo, es netamente
consciente de todo lo que le ocurre. 
Los ocultistas suelen denominar a esto 
"viaje astral".
 (No pocos escritores hacen alarde de 
su ignorancia publicando numerosas
 fantasías acerca de un acto tan 
natural y positivo como este de hacerse
 consciente de uno mismo en el
 mundo onírico).
El Dr. Frederik van Eeden, uno de los 

primeros psicoterapeutas, 
experimentó personalmente este estado.
 Basándose en sus propios
 sueños estableció en 1913 una clasificación
 de los sueños en 9 categorías. 
Una observación realizada en uno de sus 
sueños lo hizo "lúcido". Tenía la 
impresión de desplazarse flotando,
 en el aire, por encima de un
 paisaje de árboles sin hojas. 
Un hecho le llamó la atención: 
durante su
 recorrido aereo las ramas y ramitas 
de esos árboles se modificaban a sus
 ojos exactamente tal y como la
 forma de los objetos parece 
cambiar en 
el estado de "vigilia" para un
 observador que se mueve.
 Pensó que ese espectáculo 
no podía ser imaginario,
 que su imaginación
 no sería capaz de reproducir una 
semejante conformidad 
con las leyes de la perspectiva.
 Esa reflexión le hizo consciente 
de que se encontraba en el 
dominio de los sueños.
Sin embargo no hace falta 

rebuscar en la historia para encontrar
 indicios de lucidez en los sueños. 
Cualquiera que esté leyendo esta 
información se habra detenido alguna
 vez, en medio de un sueño,
 para decirse: "bueno, si no puede
 pasarme nada porque estoy 
soñando...". Y esto, como decimos, 
representa al menos un
 pequeño resquicio de lucidez. 

LAS INSÓLITAS EXPERIENCIAS

 DE UN MARQUÉS
Durante su adolescencia, el marqués

 Hervey de Saint-Denys, 
que fue presidente de la Académie
 des Inscriptions et Belles Lettres y profesor en el Collège de France, se ejercitó para conseguir una perfecta lucidez en sus sueños. En su libro

 "Les Réves et les moyens de les diriger",
publicado en 1867, 
este sinólogo explica cómo llegó a 
interesarse en sus sueños.
Como realizaba sus estudios en su casa, 

sin condiscípulos, 
estaba obligado a redactar en solitario sus
 deberes y a presentarlos a
 horas fijas. Una vez terminados esos
 trabajos escolares a menudo
 disponía de tiempo durante el cual 
se distraía dibujando en un álbum.
 Un día, cuando contaba 13 años de 
edad, se le ocurrió la idea de hacer
 croquis de seres y de cosas que hubiera 
visto en sus sueños, colorearlos y
 añadir algunas notas que relataran esos
 sueños. Como le tomara gusto al
 asunto, se ejercitó en la conservación
 del recuerdo del sueño en todos sus
 detalles. A medida que enriquecía de
 este modo su álbum, aumentó el 
control que ejercía sobre sus sueños,
 hasta que finalmente obtuvo un perfecto
 dominio de ellos. (Lo mismo que
 cualquier persona aprende a
 moverse a
 voluntad en el mundo físico, 
lo cual nadie puede considerar
 como algo negativo). 
Y de este modo consiguió ser
 consciente, al soñar, de su
 estado onírico e,
incluso, recordar sus preocupaciones 
del día, de manera que el sueño se
 convirtió para él en una divertida
 prolongación de la vida diurna.
Una vez adulto continuó cultivando

 sus sueños. A veces hacía que lo
 despertaran para recordarlos mejor. 
Otras veces provocaba él mismo
 su despertar, cuando hubo
 aprendido a sacudirse el sueño mediante
 un gran esfuerzo de su voluntad.

Nuestro marqués se sumergió

 en el estudio de las obras consagradas a 
los sueños. Su insuficiencia le
 decepcionó. Juzgaba sin valor alguno
 todos los intentos de explicación 
de la actividad onírica a través de
 la 
fisiología ya que, según pensaba él, 
conocemos demasiado poco
 "los nexos misteriosos que unen el
 alma a la materia para que la anatomía
 sea nuestra guía en aquello que la 
psicología tiene de más sutil".
 (Les reves et les moyens de
 les diriger, 62).
Hervey de Saint-Denys, empleando 

el procedimiento enseñado más 
tarde por D.Juan a Carlos Castaneda,
 y que supo descubrir por sí mismo, 
se ejercitó en el examen atento de 
objetos que viera en sus sueños.
 El denominaba "imágenes" a esos 
objetos ya que, según él, soñar
 era tener la visión interna de una 
sucesión de imágenes, todas
 creadas por la mente del durmiente.
 El afirmaba que si el pensamiento de un
 hombre no adquiría "ni cuerpo ni color" 
era porque el mundo ambiente se
 lo impedía. Pero a medida que el sueño 
lo ganaba, su pensamiento
 "se colorea y toma cuerpo; 
ése es el sueño, y el sueño es la forma 
del pensamiento mientras se duerme".
 Así pues, para él, el sueño 
no era sino "un pensamiento de 
una especie particular" y todo
 pensamiento de un hombre
 dormido era un sueño(ibid., 165).
 Esta es una concepción aparentemente 
opuesta a la de D.Juan Matus quien,
 como casi todos los ocultistas,
 consideraba que el mundo de los sueños
 era tan real como el de la vigilia.
Hervey de Saint-Denys observó 

que cuando las imágenes del sueño
 palidecían y se emborronaban, 
el sueño no tardaba en disiparse. 
Y, al contrario, observó que cuanto
 más netas eran las imágenes,
 más profundo era el sueño y menos
 próximo estaba el despertar. 
Por consiguiente, cuando quería
 oponerse a su despertar, cuya 
proximidad le venía anunciada
 por la creciente imprecisión de las 
imágenes, se concentraba en una de
 éstas, en una hoja de árbol,
 por ejemplo. Entonces la veía 
recuperar poco a poco su nitidez.
 Sus contornos le aparecían más 
claramente, su color era más vivo. 
Cuando había conseguido distinguir
 perfectamente sus más mínimos 
detalles abandonaba este examen
 tan atento seguro de haber alejado
 de sí la salida del adormecimiento 
de su cuerpo físico y de haber
 prolongado su sueño.
Una noche eligió su mano derecha

 para contemplarla a fin de hacer 
continuar su sueño. Este, 
perfectamente lúcido, le permitió darse 
cuenta de que conservaba un control tan 
completo de su actividad
 mental como en estado de vigilia...
 podía, a gusto suyo, ir a la
 derecha o a la izquierda,
 detenerse, mirar a una o a otra dirección,
 en resumen, actuar tal como él quería. 

Fueron verdaderas "elaboraciones del 

sueño", según
 la expresión del brujo D.Juan, a lo que
 procedió el 
honorable académico. Consiguió no 
sólo rememorar
 con exactitud sus experiencias
 oníricas sino también 
desplazarse en sueños muy lejos 
del lugar donde reposaba 
su cuerpo físico. Veamos el relato
 de uno de sus viajes 
nocturnos: "Esta noche he soñado
 que mi alma había 
salido de mi cuerpo y que recorría 
inmensos espacios 
con la rapidez del pensamiento.
 Me transporté primero 
a una población salvaje.
 Asistí a un combate feroz sin 
correr riesgo alguno pues yo era, 
a la vez, invisible e invulnerable".
La misma noche, antes de 

despertarse, se encontró en
 su habitación. Tuvo entonces, 
durante un momento, lo
 que él consideró como una
 "extraña ilusión". Se vió mirando
 su cuerpo dormido, antes
 de volver a tomar posesión de él. 

En otro sueño deambuló por una

 calle de la que observó
 gran cantidad de detalles. 
Varios años después de ese sueño,
 durante un viaje a Francfurt,
 reconoció allí esa calle,
 sin error posible, según él afirma,
 ya que pudo ver,
 con sus ojos carnales, todos los 
detalles que había 
observado en su sueño con su
 mirada interior y 
que había anotado
 cuidadosamente en su álbum.
....................................................
Laura alicia moreno Perez

Buscame en youtube y facebook...
......................................................
Claves para vivir más lúcida mente en

 el Mundo de los Sueños
 (y en el mundo físico)
1.- LO MÁS IMPORTANTE: nunca 

pierdas tu CAPACIDAD DE ASOMBRO. 
El día que dejen de brillar te los ojos ante 
el maravilloso 
espectáculo de la vida entonces estarás
verdaderamente "muerto".
2.- En tu vida diaria permanece siempre 

ATENTO a los múltiples 
cambios que suceden continuamente a
 tu alrededor. 
NUNCA MIRES NI HAGAS LAS COSAS 
HABITUALES RUTINARIAMENTE.
3.- Aprende y recuerda siempre que ESTE 

MOMENTO es el más importante de 
tu vida. Y es que, en realidad, no tienes otro. 
Sólo tienes posibilidad de vivir en 
TIEMPO PRESENTE. Tú existes AQUÍ Y
 AHORA. Si lo comprendes, es así, 
si no lo comprendes, es así.
4.- Acostúmbrate, incesantemente, a verte

 a ti mismo en escena, en todas
 las cosas que hagas. No pierdas
 la conciencia, la sensación clara, de que
 ESTAS AQUÍ  Y AHORA , vivo, existiendo. 
Siéntelo ahora. Trata de sentirlo siempre. 
Y si te olvidas, vuelve a recordarlo.
5.- Trata de parar, en algún momento

 del día, tus actividades durante un 
momento. Siéntate algunos minutos,
 relájate y conviértete en un espectador
 de tu mente. Contempla tus 
pensamientos como si fuesen 
una película. 
No te dejes atrapar por ellos.
 Sólo obsérvalos seren amente, 
relajadamente y déjalos pasar. 
Este sencillo ejercicio debe resultar te
 agradable. Si no es así es que
 no lo estás haciendo adecuadamente.
 Entonces déjalo y practica sólo 
el siguiente.
6.- Dedica algunos minutos,

 por la mañana y por la noche, 
a RESPIRAR
 CONSCIENTE MENTE. Simplemente
 relájate, haz dos o tres respiraciones
 profundas y luego deja que tu 
cuerpo respire por sí solo. Tú únicamente 
OBSERVA como lo hace. 
Esto te resultará muy gratificante.
7.- Prueba esta sencilla táctica:

 antes de dormirte observa
 detenidamente
 tu cuarto, como si lo vieras 
por primera vez. Date cuenta
 que tu cuerpo
 va a descansar, que te estás acostando. 
Repíte a ti mismo: "voy a descansar
 en mi cama. Si a partir de ahora me
 encuentro en otro lugar o con
 otras personas
 es que estoy soñando. Me daré cuenta y 
me moveré a voluntad". Si lo practicas 
con la debida constancia acabará dando
 un positivo resultado. Sólo ten la paciencia
 suficiente para que el mensaje se grabe
 en tu subconsciente.
8.- También puedes dormirte imaginando 

(jugando) que viajas a cualquier lugar que
 te guste. No te pongas límites, puedes ir
 volando si quieres y contemplar el lugar
 desde todos los ángulos que quieras.
 Cuando tu cuerpo, por fin, 
se quede dormido,
 el lugar al que te has trasladado como si 
de un juego se tratase te rodeará por
 completo y podrás explorarlo
 en tu sueño.
9.- Puedes, si quieres, simplemente

 observar como te vas durmiendo.
 Ocurren muchos interesantes
 fenómenos en este proceso. 
Te conviertes en un investigador 
del sueño. Si sueles practicar el
 punto 5 te será más sencillo. 
Pero ahí personas que no
 son capaces
 de relajarse, de observar sin 
tensiones y no consiguen que su 
cuerpo
 se duerma mientras tratan de observar
 su sueño. Tal vez puedas
 corregir ese error.
10.- Hay una clave muy bonita 

pero también personas a las
 que les
 da miedo (miedos hay para
 todos los gustos) o les pasa
 lo del punto
 anterior. Consiste en observar 
como el cuerpo se duerme para llegar
 a captar un instante "mágico". 
Se trata del momento en que el cuerpo
 ni está dormido del todo 
ni despierto. Cuando las 
imágenes de los
 sueños empiezan a tomar 
consistencia y color. Cuando los sonidos
 del mismo empiezan a tornarse 
nítidos. En ese breve instante,
 con decisión sintiendo que uno es
 algo sutil, ligero... se levanta.
 Tal como suena: levantarse.
 Si el instante es el adecuado 
observareis
que has separado de vuestro cuerpo.
 Si miras a la cama
 lo veras durmiendo 
(como puedes imaginaros
 la primera vez
 la impresión es tal quete despertaras
 inmediatamente). 
Pero también puedes flotar 
en el aire o atravesar una pared
 (cuidado impetuosos, a veces 
se ha levantado uno con su
 cuerpo físico, así que si quieres
 atravesar tabiques probad 
antes con una mano). 
Si no ha salido bien se
 vuelve uno 
a la cama y repite.
 Pero esto no es para
 los que se cansan 
enseguida, para los perezosos 
o los que les da miedo casi todo.

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