martes, 28 de febrero de 2017
Sueño lúcido y viaje astral con meditación. Parte 1
"ESO ES EL SER, LO QUE ESTÁ
DESPIERTO EN AQUELLOS QUE
DUERMEN" -
KATHA UPANISHAD
Un sueño lúcido es un SUEÑO
que se caracteriza en que el
soñante es consciente
de estar soñando, logrando
alterar el desenvolvimiento
del mismo.
Se puede dar
espontáneamente o ser inducido mediante prácticas y ejercicios.
Los sueños lúcidos son aquellos en los cuales el soñador se da
cuenta de estar
soñando.
Esta percepción puede ser un reconocimiento vago de ese hecho
a una ampliación
trascendental de la perspectiva. Los sueños lúcidos suelen
producirse mientras
la persona
está en medio de un sueño común y corriente y de pronto
se da cuenta de que
está soñando.
A esto se le llama “sueño lúcido iniciado desde el sueño”.
Este se produce cuando
se pasa de
un estado de vigilia normal directamente a un estado onírico,
sin ningún aparente
lapso de
consciencia. En ambos casos, los sueños tienden a ser
más extraños y
emocionales que
los comunes y corrientes. Y lo que es más importante,
el soñador tiene al
menos un poco
de control sobre el sueño en sí y de su entorno.
COMO COMENZAR A PREPARAR EL CEREBRO PARA
TENER UN SUEÑO LUCIDO
Lleva un diario de sueños. Tenlo cerca de la cama en la
noche y escribe tu sueño
inmediatamente
después de despertarte o las emociones y sensaciones
que experimentaste justo
después de
abrir los ojos. De esta manera, te entrenarás para
recordar más tus sueños,
paso importante
para tener sueños lúcidos. Además, no tiene mucho
sentido tener el control de
tus sueños si
olvidas la experiencia antes de que raye el sol.
Otra opción es que tengas un dispositivo de
grabación cerca de tu cama.
Quizá recuerdes más tu sueño si no te mueves
unos cuantos minutos y te
concentras en
tu memoria antes de empezar a escribir
Haz pruebas de realidad frecuentemente.
Después de ciertas horas del día,
pregúntate: “¿Estoy soñando?” y realiza una
de las siguientes tácticas para
verificar si
estás en la realidad o no. Con la práctica,
empezarás a acostumbrarte a
hacerlo en
tus sueños también, lo cual te pondrá al
tanto de que efectivamente estás
soñando.
Lee una página de un texto o mira la hora
en un reloj, mira a otro lado y
luego
vuélvelo a mirar. En los sueños, el texto y
el tiempo se verán borrosos,
serán ilógicos o serán diferentes cada vez
que los revises.
Pellízcate la nariz, cierra la boca y prueba si
todavía puedes respirar.
Tan solo mírate las manos y los pies.
Las manos y los pies suelen verse
distorsionados en los sueños, si los observas
detenidamente.
Repítete: “Sabré a conciencia de que estoy
soñando” cada vez que te quedes
dormido. Cada noche, mientras concilias
el sueño, repítete: “Sabré que estoy
soñando” o alguna frase similar hasta que
salgas del estado de vigilia.
A esta técnica se le denomina “MILD”
(Mnemonic Induced Lucid Dream,
o en español: Inducción Mnemónica de
Sueños Lúcidos).[4] La inducción mnemónica
solo se refiere al uso de
ciertas técnicas para ayudar a la memoria o
en este caso, al uso
repetido de una frase para que la consciencia
de saberse soñando
se vuelva un hábito automático.
A algunos les gusta acoplar este paso con
una
“prueba de realidad”: se miran las manos
unos
cuantos minutos antes de irse a dormir.
Aprende a reconocer las señales
personales del sueño.
Lee tu diario periódicamente y busca
“señales de sueño” recurrentes.
Estas son situaciones o eventos recurrentes
que podrías reconocer en tus sueños.
Si te familiarizas con ellas, podrías reconocerlas
durante el sueño y por lo tanto,
sabrás que estás soñando.
Quizá ya conozcas algunas. Algunos de
estos eventos más habituales son:
perder los dientes, ser perseguido por algo
grande o estar desnudo en público.
Vuélvete a dormir cuando te despierte un sueño.
Si te despiertas y recuerdas lo que soñaste,
escríbelo en tu diario, luego cierra los ojos y
concéntrate en el sueño.
Imagina que estabas en él, te percataste de
una de las señales o
hiciste una prueba de realidad y te diste
cuenta de estar soñando.
Aférrate a ese pensamiento mientras
vuelves a conciliar el sueño y
posiblemente entres a un sueño lúcido.
Ten presente que la mayoría de los sueños
lúcidos se produce cuando
la persona está en un sueño profundo,
generalmente porque se da
cuenta de un evento fuera de lo común
que le da a entender que
no es la realidad. Este es solo otro
desencadenante que produce casi
el 25% de los sueños lúcidos.
Los sueños lúcidos son aquellos sueños
en donde nos damos cuenta de que
estamos soñando.
Lee los siguientes libros recomendados:
"LOS SUEÑOS, SIENDO UNA GRAN
RESERVA DE CONOCIMIENTO Y
EXPERIENCIA, SON A MENUDO NO
CONSIDERADOS EN SU CUALIDAD
DE VEHÍCULOS PARA EXPLORAR LA
REALIDAD" - TARTHANG TULKU RINPOCHE
"SIEMPRE RECONOCE LA CUALIDAD
ONÍRICA DE LA VIDA,
REDUCIENDO EL APEGO Y LA AVERSIÓN.
PRACTICA LA AMABILIDAD
CON TODOS LOS SERES. SE AMABLE Y
COMPASIVO, SIN IMPORTAR
QUE TE HAGAN LOS DEMÁS A TI; LO
QUE TE HAGAN NO VA A IMPORTAR MUCHO
SI MIRAS TODOS COMO
UN SUEÑO. EL TRUCO ES TENER UNA
INTENCIÓN POSITIVA DURANTE EL SUEÑO.
ESTE ES EL PUNTO ESENCIAL, ESTO
ES LA VERDADERO ESPIRITUALIDAD"
- CHAKDUD TULKU RINPOCHE
"TODO LO QUE VEMOS NO ES SINO
UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO" -
EDGAR ALLEN POE
"QUE EL DORMIR SEA EN SI MISMO UN
EJERCICIO EN LA PIEDAD,
YA QUE TAL COMO LO SON NUESTRA
VIDA Y CONDUCTA,
POR NECESIDAD TAMBIÉN LO SON
NUESTROS SUEÑOS." - SAN BASILIO
Sueños Lúcidos o Conscientes
Los sueños conscientes ocurren cuando el
soñante se da cuenta que sueña
en medio de su sueño. "Espera un momento,
¡esto es sólo un sueño!" La mayoría de los
soñantes se
despiertan una vez que se dan cuenta que
sólo están soñando.
Otros soñantes han desarrollado la habilidad de
permanecer en el estado consciente de soñar.
Pueden incluso llegar a ser participantes activos
en su sueño,
tomar decisiones en sus sueños e influir en
el resultado de su sueño sin despertar.
Las leyes de la física y las de la sociedad se
derogan en los sueños.
Los límites sólo son los de tu imaginación.
Se desperdicia mucho el potencial de sueños
porque las personas no reconocen que sueñan.
Cuando no estamos lúcidos en un sueño,
pensamos y nos comportamos como si
estuviéramos despiertos en realidad. Esto
puede llevar a frustración vana, confusión y
desperdicio de energía, y en mucho peor caso,
pesadillas espantosas.
Nuestro esfuerzo por dar un resultado así
ansiedad sueña con fechas tope,
exámenes que se olvidan, perdidas de cualquier
manera, y así sucesivamente.
Los sueños de Ansiedad y las pesadillas se
pueden superar gracias al sueño lucido,
porque si sabes que sueñas, no tienes
nada temer.
Las imágenes del sueño no pueden herirte.
Los sueños lúcidos,
además te ayudan a llevar tus sueños en
direcciones que te satisfagan,
disfrutar aventuras fantásticas, y superar
pesadillas, pueden ser
herramientas valiosas para tener éxito
en tu vida despierta.
Los soñadores lúcidos pueden emplear
deliberadamente
el potencial natural de la creatividad para
resolver problemas e inspiración artística.
Atletas, ejecutantes, o alguien que da
presentaciones puede preparar, practicar y
pulir sus ejecuciones mientras duermen.
Esto es sólo una de las muchas maneras
en la que el sueño lucido puede ser
empleado para mejorar sus vidas.
Hay varios métodos de inducir los
Sueños lúcidos. El primer paso,
indiferente del método,
está en desarrollar tus cualidades
para recordar tus sueños hasta que
puedas recordar por lo menos un
sueño por noche.
Entonces, si tienes un sueño lúcido
lo recordarás.
Te volverás también muy familiar
con tus sueños,
haciendo más fácil aprender a
reconocerlos mientras pasan.
Si recuerdas tus sueños, puedes
empezar inmediatamente con
dos técnicas simples para estimular
a los Sueños lúcidos.
Los Soñadores lúcidos hacen
un hábito de
"comprobación de la realidad.
" Esto significa investigar el ambiente
y
decidir si sueñas o estas despierto.
Preguntarte muchas veces por día,
"¿Estaré soñando?". Entonces,
prueba la estabilidad de tu realidad
presente leyendo algunas palabras,
mirando lejos y mirando a tras mientras
tratas de cambiarlos.
La inestabilidad de los sueños es la
pista más fácil para distinguir la
realidad y el sueño. Si las palabras
cambian, sueñas.
Tomando siestas es una manera con
la que puedes aumentar
gradualmente tus oportunidades de
tener sueños lúcidos.
Tienes que dormir bastante en la siesta
para entrar en REM.
Si tomas la siesta en la mañana (después
de haberte despertado más
temprano de lo usual), estás probablemente
entrando en
fase REM en una media hora a una hora
después de que te duermes.
Si tú siesta es de 90 minutos a 2 horas
tendrás suficientes sueños y
una probabilidad más alta de tener un
adecuado sueño lúcido que
en los sueños que tienes durante el
sueño de un noche normal.
Enfoca tu intención de reconocer
que tú sueñas cuando te
duermes durante la siesta.
Inicialmente, los principiantes tienen
dificultad para descansar en
el sueño después de que logran
lucidez.
Este obstáculo hace que muchas
personas desprecien
el valor del sueño lúcido, porque
no han experimentado más que
el destello del conocimiento de
que se encuentran soñando,
seguido del despertar inmediato.
Dos técnicas simples pueden
ayudarte a superar este problema.
Lo primero es crear calma en el sueño.
El propio sueño lúcido excita,
pero expresar la excitación puede
despertarte.
Suprime tus sentimientos un poco
y vuelve tu atención al sueño.
Si el sueño muestra señales de fin,
tal como la desaparición,
pérdida de claridad o profundidad
de la imaginación, "dar vueltas" puede
ayudar a hacer retroceder al sueño.
En cuanto el sueño comienza a
"desvanecerse," antes de sentir
realmente tu cuerpo en la cama,
gira a tu cuerpo del sueño como
encima. Esto es, dando vueltas como
cuando un niño trata de crearse
un mareo (probablemente no te
marearas durante el sueño porque
tu cuerpo físico no da vueltas).
Recuerda, "La próxima escena
será un sueño." Cuando tú pares de
dar vueltas, si no es obvio que
estás soñando, haz una prueba de
realidad. Aun cuando piensas que
estás despierto, te puedes sorprender del
hallazgo ¡que todavía sueñas!
Saludos desde mi corazón
Laura Alicia Moreno Perez
IzquierdaCentroDerechaElim inar
Lo siguiente es un fragmento de lo
escrito por de el antropólogo
Carlos Castaneda .en lo personal no estoy
de acuerdo en algunas cosas.
pero ese es otro tema.
En su "Viaje a Ixtlán" escribe el antropólogo Carlos
Castaneda
algunas de las enseñanzas del brujo yaki Don Juan,
en relación al mundo onírico.
Un día de agosto de 1961 le dijo lo siguiente:
"Te ha llegado el momento de aprender a acceder al poder,
y vas a empezar por empuñar tus sueños."
Dos días después, de madrugada, tras conducirlo
a la cumbre de una alta
colina, le declaró: "Aquí mismo voy a enseñarte la
primera etapa del poder...
voy a enseñarte cómo elaborar el sueño. "
Sus primeras instrucciones fueron:"esta noche, en
tus sueños, te mirarás las manos."
Preguntado el por qué de esa observación, D.Juan le
respondió que era indiferente
mirar una cosa u otra y que había escogido las
manos porque están siempre allí a
disposición del durmiente. Explicó que el examen
atento de un objeto es indispensable
para "elaborar"el sueño ya que las cosas vistas
en sueños cambian constantemente.
Se difuminan y se desvanecen para dejar lugar
a otras que, a su vez,
hacen lo mismo. Castaneda debía, por lo tanto,
ejercitarse a retener la
visión ya que soñar "es real cuando se consigue
hacer que todo sea claro y nítido".
Cuando llegó el momento de pasar a la
segunda fase de su
entrenamiento nocturno, C.Castaneda recibió
esta breve
indicación: "Escoge el lugar al que
quieres ir (en sueños).
Después, ten la voluntad de ir allí".
Así, D.Juan le enseñaba a obtener
"sueños lúcidos". Los psicólogos
denominan así al estado en el cual
el durmiente, sabiendo perfectamente
que está durmiendo, es netamente
consciente de todo lo que le ocurre.
Los ocultistas suelen denominar a esto
"viaje astral".
(No pocos escritores hacen alarde de
su ignorancia publicando numerosas
fantasías acerca de un acto tan
natural y positivo como este de hacerse
consciente de uno mismo en el
mundo onírico).
El Dr. Frederik van Eeden, uno de los
primeros psicoterapeutas,
experimentó personalmente este estado.
Basándose en sus propios
sueños estableció en 1913 una clasificación
de los sueños en 9 categorías.
Una observación realizada en uno de sus
sueños lo hizo "lúcido". Tenía la
impresión de desplazarse flotando,
en el aire, por encima de un
paisaje de árboles sin hojas.
Un hecho le llamó la atención:
durante su
recorrido aereo las ramas y ramitas
de esos árboles se modificaban a sus
ojos exactamente tal y como la
forma de los objetos parece
cambiar en
el estado de "vigilia" para un
observador que se mueve.
Pensó que ese espectáculo
no podía ser imaginario,
que su imaginación
no sería capaz de reproducir una
semejante conformidad
con las leyes de la perspectiva.
Esa reflexión le hizo consciente
de que se encontraba en el
dominio de los sueños.
Sin embargo no hace falta
rebuscar en la historia para encontrar
indicios de lucidez en los sueños.
Cualquiera que esté leyendo esta
información se habra detenido alguna
vez, en medio de un sueño,
para decirse: "bueno, si no puede
pasarme nada porque estoy
soñando...". Y esto, como decimos,
representa al menos un
pequeño resquicio de lucidez.
LAS INSÓLITAS EXPERIENCIAS
DE UN MARQUÉS
Durante su adolescencia, el marqués
Hervey de Saint-Denys,
que fue presidente de la Académie
des Inscriptions et Belles Lettres y profesor en el Collège de France, se ejercitó para conseguir una perfecta lucidez en sus sueños. En su libro
"Les Réves et les moyens de les diriger",
publicado en 1867,
este sinólogo explica cómo llegó a
interesarse en sus sueños.
Como realizaba sus estudios en su casa,
sin condiscípulos,
estaba obligado a redactar en solitario sus
deberes y a presentarlos a
horas fijas. Una vez terminados esos
trabajos escolares a menudo
disponía de tiempo durante el cual
se distraía dibujando en un álbum.
Un día, cuando contaba 13 años de
edad, se le ocurrió la idea de hacer
croquis de seres y de cosas que hubiera
visto en sus sueños, colorearlos y
añadir algunas notas que relataran esos
sueños. Como le tomara gusto al
asunto, se ejercitó en la conservación
del recuerdo del sueño en todos sus
detalles. A medida que enriquecía de
este modo su álbum, aumentó el
control que ejercía sobre sus sueños,
hasta que finalmente obtuvo un perfecto
dominio de ellos. (Lo mismo que
cualquier persona aprende a
moverse a
voluntad en el mundo físico,
lo cual nadie puede considerar
como algo negativo).
Y de este modo consiguió ser
consciente, al soñar, de su
estado onírico e,
incluso, recordar sus preocupaciones
del día, de manera que el sueño se
convirtió para él en una divertida
prolongación de la vida diurna.
Una vez adulto continuó cultivando
sus sueños. A veces hacía que lo
despertaran para recordarlos mejor.
Otras veces provocaba él mismo
su despertar, cuando hubo
aprendido a sacudirse el sueño mediante
un gran esfuerzo de su voluntad.
Nuestro marqués se sumergió
en el estudio de las obras consagradas a
los sueños. Su insuficiencia le
decepcionó. Juzgaba sin valor alguno
todos los intentos de explicación
de la actividad onírica a través de
la
fisiología ya que, según pensaba él,
conocemos demasiado poco
"los nexos misteriosos que unen el
alma a la materia para que la anatomía
sea nuestra guía en aquello que la
psicología tiene de más sutil".
(Les reves et les moyens de
les diriger, 62).
Hervey de Saint-Denys, empleando
el procedimiento enseñado más
tarde por D.Juan a Carlos Castaneda,
y que supo descubrir por sí mismo,
se ejercitó en el examen atento de
objetos que viera en sus sueños.
El denominaba "imágenes" a esos
objetos ya que, según él, soñar
era tener la visión interna de una
sucesión de imágenes, todas
creadas por la mente del durmiente.
El afirmaba que si el pensamiento de un
hombre no adquiría "ni cuerpo ni color"
era porque el mundo ambiente se
lo impedía. Pero a medida que el sueño
lo ganaba, su pensamiento
"se colorea y toma cuerpo;
ése es el sueño, y el sueño es la forma
del pensamiento mientras se duerme".
Así pues, para él, el sueño
no era sino "un pensamiento de
una especie particular" y todo
pensamiento de un hombre
dormido era un sueño(ibid., 165).
Esta es una concepción aparentemente
opuesta a la de D.Juan Matus quien,
como casi todos los ocultistas,
consideraba que el mundo de los sueños
era tan real como el de la vigilia.
Hervey de Saint-Denys observó
que cuando las imágenes del sueño
palidecían y se emborronaban,
el sueño no tardaba en disiparse.
Y, al contrario, observó que cuanto
más netas eran las imágenes,
más profundo era el sueño y menos
próximo estaba el despertar.
Por consiguiente, cuando quería
oponerse a su despertar, cuya
proximidad le venía anunciada
por la creciente imprecisión de las
imágenes, se concentraba en una de
éstas, en una hoja de árbol,
por ejemplo. Entonces la veía
recuperar poco a poco su nitidez.
Sus contornos le aparecían más
claramente, su color era más vivo.
Cuando había conseguido distinguir
perfectamente sus más mínimos
detalles abandonaba este examen
tan atento seguro de haber alejado
de sí la salida del adormecimiento
de su cuerpo físico y de haber
prolongado su sueño.
Una noche eligió su mano derecha
para contemplarla a fin de hacer
continuar su sueño. Este,
perfectamente lúcido, le permitió darse
cuenta de que conservaba un control tan
completo de su actividad
mental como en estado de vigilia...
podía, a gusto suyo, ir a la
derecha o a la izquierda,
detenerse, mirar a una o a otra dirección,
en resumen, actuar tal como él quería.
Fueron verdaderas "elaboraciones del
sueño", según
la expresión del brujo D.Juan, a lo que
procedió el
honorable académico. Consiguió no
sólo rememorar
con exactitud sus experiencias
oníricas sino también
desplazarse en sueños muy lejos
del lugar donde reposaba
su cuerpo físico. Veamos el relato
de uno de sus viajes
nocturnos: "Esta noche he soñado
que mi alma había
salido de mi cuerpo y que recorría
inmensos espacios
con la rapidez del pensamiento.
Me transporté primero
a una población salvaje.
Asistí a un combate feroz sin
correr riesgo alguno pues yo era,
a la vez, invisible e invulnerable".
La misma noche, antes de
despertarse, se encontró en
su habitación. Tuvo entonces,
durante un momento, lo
que él consideró como una
"extraña ilusión". Se vió mirando
su cuerpo dormido, antes
de volver a tomar posesión de él.
En otro sueño deambuló por una
calle de la que observó
gran cantidad de detalles.
Varios años después de ese sueño,
durante un viaje a Francfurt,
reconoció allí esa calle,
sin error posible, según él afirma,
ya que pudo ver,
con sus ojos carnales, todos los
detalles que había
observado en su sueño con su
mirada interior y
que había anotado
cuidadosamente en su álbum.
....................................................
Laura alicia moreno Perez
Buscame en youtube y facebook...
......................................................
Claves para vivir más lúcida mente en
el Mundo de los Sueños
(y en el mundo físico)
1.- LO MÁS IMPORTANTE: nunca
pierdas tu CAPACIDAD DE ASOMBRO.
El día que dejen de brillar te los ojos ante
el maravilloso
espectáculo de la vida entonces estarás
verdaderamente "muerto".
2.- En tu vida diaria permanece siempre
ATENTO a los múltiples
cambios que suceden continuamente a
tu alrededor.
NUNCA MIRES NI HAGAS LAS COSAS
HABITUALES RUTINARIAMENTE.
3.- Aprende y recuerda siempre que ESTE
MOMENTO es el más importante de
tu vida. Y es que, en realidad, no tienes otro.
Sólo tienes posibilidad de vivir en
TIEMPO PRESENTE. Tú existes AQUÍ Y
AHORA. Si lo comprendes, es así,
si no lo comprendes, es así.
4.- Acostúmbrate, incesantemente, a verte
a ti mismo en escena, en todas
las cosas que hagas. No pierdas
la conciencia, la sensación clara, de que
ESTAS AQUÍ Y AHORA , vivo, existiendo.
Siéntelo ahora. Trata de sentirlo siempre.
Y si te olvidas, vuelve a recordarlo.
5.- Trata de parar, en algún momento
del día, tus actividades durante un
momento. Siéntate algunos minutos,
relájate y conviértete en un espectador
de tu mente. Contempla tus
pensamientos como si fuesen
una película.
No te dejes atrapar por ellos.
Sólo obsérvalos seren amente,
relajadamente y déjalos pasar.
Este sencillo ejercicio debe resultar te
agradable. Si no es así es que
no lo estás haciendo adecuadamente.
Entonces déjalo y practica sólo
el siguiente.
6.- Dedica algunos minutos,
por la mañana y por la noche,
a RESPIRAR
CONSCIENTE MENTE. Simplemente
relájate, haz dos o tres respiraciones
profundas y luego deja que tu
cuerpo respire por sí solo. Tú únicamente
OBSERVA como lo hace.
Esto te resultará muy gratificante.
7.- Prueba esta sencilla táctica:
antes de dormirte observa
detenidamente
tu cuarto, como si lo vieras
por primera vez. Date cuenta
que tu cuerpo
va a descansar, que te estás acostando.
Repíte a ti mismo: "voy a descansar
en mi cama. Si a partir de ahora me
encuentro en otro lugar o con
otras personas
es que estoy soñando. Me daré cuenta y
me moveré a voluntad". Si lo practicas
con la debida constancia acabará dando
un positivo resultado. Sólo ten la paciencia
suficiente para que el mensaje se grabe
en tu subconsciente.
8.- También puedes dormirte imaginando
(jugando) que viajas a cualquier lugar que
te guste. No te pongas límites, puedes ir
volando si quieres y contemplar el lugar
desde todos los ángulos que quieras.
Cuando tu cuerpo, por fin,
se quede dormido,
el lugar al que te has trasladado como si
de un juego se tratase te rodeará por
completo y podrás explorarlo
en tu sueño.
9.- Puedes, si quieres, simplemente
observar como te vas durmiendo.
Ocurren muchos interesantes
fenómenos en este proceso.
Te conviertes en un investigador
del sueño. Si sueles practicar el
punto 5 te será más sencillo.
Pero ahí personas que no
son capaces
de relajarse, de observar sin
tensiones y no consiguen que su
cuerpo
se duerma mientras tratan de observar
su sueño. Tal vez puedas
corregir ese error.
10.- Hay una clave muy bonita
pero también personas a las
que les
da miedo (miedos hay para
todos los gustos) o les pasa
lo del punto
anterior. Consiste en observar
como el cuerpo se duerme para llegar
a captar un instante "mágico".
Se trata del momento en que el cuerpo
ni está dormido del todo
ni despierto. Cuando las
imágenes de los
sueños empiezan a tomar
consistencia y color. Cuando los sonidos
del mismo empiezan a tornarse
nítidos. En ese breve instante,
con decisión sintiendo que uno es
algo sutil, ligero... se levanta.
Tal como suena: levantarse.
Si el instante es el adecuado
observareis
que has separado de vuestro cuerpo.
Si miras a la cama
lo veras durmiendo
(como puedes imaginaros
la primera vez
la impresión es tal quete despertaras
inmediatamente).
Pero también puedes flotar
en el aire o atravesar una pared
(cuidado impetuosos, a veces
se ha levantado uno con su
cuerpo físico, así que si quieres
atravesar tabiques probad
antes con una mano).
Si no ha salido bien se
vuelve uno
a la cama y repite.
Pero esto no es para
los que se cansan
enseguida, para los perezosos
o los que les da miedo casi todo.
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DUERMEN" -
KATHA UPANISHAD
Un sueño lúcido es un SUEÑO
que se caracteriza en que el
soñante es consciente
de estar soñando, logrando
alterar el desenvolvimiento
del mismo.
Se puede dar
espontáneamente o ser inducido mediante prácticas y ejercicios.
Los sueños lúcidos son aquellos en los cuales el soñador se da
cuenta de estar
soñando.
Esta percepción puede ser un reconocimiento vago de ese hecho
a una ampliación
trascendental de la perspectiva. Los sueños lúcidos suelen
producirse mientras
la persona
está en medio de un sueño común y corriente y de pronto
se da cuenta de que
está soñando.
A esto se le llama “sueño lúcido iniciado desde el sueño”.
Este se produce cuando
se pasa de
un estado de vigilia normal directamente a un estado onírico,
sin ningún aparente
lapso de
consciencia. En ambos casos, los sueños tienden a ser
más extraños y
emocionales que
los comunes y corrientes. Y lo que es más importante,
el soñador tiene al
menos un poco
de control sobre el sueño en sí y de su entorno.
COMO COMENZAR A PREPARAR EL CEREBRO PARA
TENER UN SUEÑO LUCIDO
Lleva un diario de sueños. Tenlo cerca de la cama en la
noche y escribe tu sueño
inmediatamente
después de despertarte o las emociones y sensaciones
que experimentaste justo
después de
abrir los ojos. De esta manera, te entrenarás para
recordar más tus sueños,
paso importante
para tener sueños lúcidos. Además, no tiene mucho
sentido tener el control de
tus sueños si
olvidas la experiencia antes de que raye el sol.
Otra opción es que tengas un dispositivo de
grabación cerca de tu cama.
Quizá recuerdes más tu sueño si no te mueves
unos cuantos minutos y te
concentras en
tu memoria antes de empezar a escribir
Haz pruebas de realidad frecuentemente.
Después de ciertas horas del día,
pregúntate: “¿Estoy soñando?” y realiza una
de las siguientes tácticas para
verificar si
estás en la realidad o no. Con la práctica,
empezarás a acostumbrarte a
hacerlo en
tus sueños también, lo cual te pondrá al
tanto de que efectivamente estás
soñando.
Lee una página de un texto o mira la hora
en un reloj, mira a otro lado y
luego
vuélvelo a mirar. En los sueños, el texto y
el tiempo se verán borrosos,
serán ilógicos o serán diferentes cada vez
que los revises.
Pellízcate la nariz, cierra la boca y prueba si
todavía puedes respirar.
Tan solo mírate las manos y los pies.
Las manos y los pies suelen verse
distorsionados en los sueños, si los observas
detenidamente.
Repítete: “Sabré a conciencia de que estoy
soñando” cada vez que te quedes
dormido. Cada noche, mientras concilias
el sueño, repítete: “Sabré que estoy
soñando” o alguna frase similar hasta que
salgas del estado de vigilia.
A esta técnica se le denomina “MILD”
(Mnemonic Induced Lucid Dream,
o en español: Inducción Mnemónica de
Sueños Lúcidos).[4] La inducción mnemónica
solo se refiere al uso de
ciertas técnicas para ayudar a la memoria o
en este caso, al uso
repetido de una frase para que la consciencia
de saberse soñando
se vuelva un hábito automático.
A algunos les gusta acoplar este paso con
una
“prueba de realidad”: se miran las manos
unos
cuantos minutos antes de irse a dormir.
Aprende a reconocer las señales
personales del sueño.
Lee tu diario periódicamente y busca
“señales de sueño” recurrentes.
Estas son situaciones o eventos recurrentes
que podrías reconocer en tus sueños.
Si te familiarizas con ellas, podrías reconocerlas
durante el sueño y por lo tanto,
sabrás que estás soñando.
Quizá ya conozcas algunas. Algunos de
estos eventos más habituales son:
perder los dientes, ser perseguido por algo
grande o estar desnudo en público.
Vuélvete a dormir cuando te despierte un sueño.
Si te despiertas y recuerdas lo que soñaste,
escríbelo en tu diario, luego cierra los ojos y
concéntrate en el sueño.
Imagina que estabas en él, te percataste de
una de las señales o
hiciste una prueba de realidad y te diste
cuenta de estar soñando.
Aférrate a ese pensamiento mientras
vuelves a conciliar el sueño y
posiblemente entres a un sueño lúcido.
Ten presente que la mayoría de los sueños
lúcidos se produce cuando
la persona está en un sueño profundo,
generalmente porque se da
cuenta de un evento fuera de lo común
que le da a entender que
no es la realidad. Este es solo otro
desencadenante que produce casi
el 25% de los sueños lúcidos.
Los sueños lúcidos son aquellos sueños
en donde nos damos cuenta de que
estamos soñando.
Lee los siguientes libros recomendados:
"LOS SUEÑOS, SIENDO UNA GRAN
RESERVA DE CONOCIMIENTO Y
EXPERIENCIA, SON A MENUDO NO
CONSIDERADOS EN SU CUALIDAD
DE VEHÍCULOS PARA EXPLORAR LA
REALIDAD" - TARTHANG TULKU RINPOCHE
"SIEMPRE RECONOCE LA CUALIDAD
ONÍRICA DE LA VIDA,
REDUCIENDO EL APEGO Y LA AVERSIÓN.
PRACTICA LA AMABILIDAD
CON TODOS LOS SERES. SE AMABLE Y
COMPASIVO, SIN IMPORTAR
QUE TE HAGAN LOS DEMÁS A TI; LO
QUE TE HAGAN NO VA A IMPORTAR MUCHO
SI MIRAS TODOS COMO
UN SUEÑO. EL TRUCO ES TENER UNA
INTENCIÓN POSITIVA DURANTE EL SUEÑO.
ESTE ES EL PUNTO ESENCIAL, ESTO
ES LA VERDADERO ESPIRITUALIDAD"
- CHAKDUD TULKU RINPOCHE
"TODO LO QUE VEMOS NO ES SINO
UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO" -
EDGAR ALLEN POE
"QUE EL DORMIR SEA EN SI MISMO UN
EJERCICIO EN LA PIEDAD,
YA QUE TAL COMO LO SON NUESTRA
VIDA Y CONDUCTA,
POR NECESIDAD TAMBIÉN LO SON
NUESTROS SUEÑOS." - SAN BASILIO
Sueños Lúcidos o Conscientes
Los sueños conscientes ocurren cuando el
soñante se da cuenta que sueña
en medio de su sueño. "Espera un momento,
¡esto es sólo un sueño!" La mayoría de los
soñantes se
despiertan una vez que se dan cuenta que
sólo están soñando.
Otros soñantes han desarrollado la habilidad de
permanecer en el estado consciente de soñar.
Pueden incluso llegar a ser participantes activos
en su sueño,
tomar decisiones en sus sueños e influir en
el resultado de su sueño sin despertar.
Las leyes de la física y las de la sociedad se
derogan en los sueños.
Los límites sólo son los de tu imaginación.
Se desperdicia mucho el potencial de sueños
porque las personas no reconocen que sueñan.
Cuando no estamos lúcidos en un sueño,
pensamos y nos comportamos como si
estuviéramos despiertos en realidad. Esto
puede llevar a frustración vana, confusión y
desperdicio de energía, y en mucho peor caso,
pesadillas espantosas.
Nuestro esfuerzo por dar un resultado así
ansiedad sueña con fechas tope,
exámenes que se olvidan, perdidas de cualquier
manera, y así sucesivamente.
Los sueños de Ansiedad y las pesadillas se
pueden superar gracias al sueño lucido,
porque si sabes que sueñas, no tienes
nada temer.
Las imágenes del sueño no pueden herirte.
Los sueños lúcidos,
además te ayudan a llevar tus sueños en
direcciones que te satisfagan,
disfrutar aventuras fantásticas, y superar
pesadillas, pueden ser
herramientas valiosas para tener éxito
en tu vida despierta.
Los soñadores lúcidos pueden emplear
deliberadamente
el potencial natural de la creatividad para
resolver problemas e inspiración artística.
Atletas, ejecutantes, o alguien que da
presentaciones puede preparar, practicar y
pulir sus ejecuciones mientras duermen.
Esto es sólo una de las muchas maneras
en la que el sueño lucido puede ser
empleado para mejorar sus vidas.
Hay varios métodos de inducir los
Sueños lúcidos. El primer paso,
indiferente del método,
está en desarrollar tus cualidades
para recordar tus sueños hasta que
puedas recordar por lo menos un
sueño por noche.
Entonces, si tienes un sueño lúcido
lo recordarás.
Te volverás también muy familiar
con tus sueños,
haciendo más fácil aprender a
reconocerlos mientras pasan.
Si recuerdas tus sueños, puedes
empezar inmediatamente con
dos técnicas simples para estimular
a los Sueños lúcidos.
Los Soñadores lúcidos hacen
un hábito de
"comprobación de la realidad.
" Esto significa investigar el ambiente
y
decidir si sueñas o estas despierto.
Preguntarte muchas veces por día,
"¿Estaré soñando?". Entonces,
prueba la estabilidad de tu realidad
presente leyendo algunas palabras,
mirando lejos y mirando a tras mientras
tratas de cambiarlos.
La inestabilidad de los sueños es la
pista más fácil para distinguir la
realidad y el sueño. Si las palabras
cambian, sueñas.
Tomando siestas es una manera con
la que puedes aumentar
gradualmente tus oportunidades de
tener sueños lúcidos.
Tienes que dormir bastante en la siesta
para entrar en REM.
Si tomas la siesta en la mañana (después
de haberte despertado más
temprano de lo usual), estás probablemente
entrando en
fase REM en una media hora a una hora
después de que te duermes.
Si tú siesta es de 90 minutos a 2 horas
tendrás suficientes sueños y
una probabilidad más alta de tener un
adecuado sueño lúcido que
en los sueños que tienes durante el
sueño de un noche normal.
Enfoca tu intención de reconocer
que tú sueñas cuando te
duermes durante la siesta.
Inicialmente, los principiantes tienen
dificultad para descansar en
el sueño después de que logran
lucidez.
Este obstáculo hace que muchas
personas desprecien
el valor del sueño lúcido, porque
no han experimentado más que
el destello del conocimiento de
que se encuentran soñando,
seguido del despertar inmediato.
Dos técnicas simples pueden
ayudarte a superar este problema.
Lo primero es crear calma en el sueño.
El propio sueño lúcido excita,
pero expresar la excitación puede
despertarte.
Suprime tus sentimientos un poco
y vuelve tu atención al sueño.
Si el sueño muestra señales de fin,
tal como la desaparición,
pérdida de claridad o profundidad
de la imaginación, "dar vueltas" puede
ayudar a hacer retroceder al sueño.
En cuanto el sueño comienza a
"desvanecerse," antes de sentir
realmente tu cuerpo en la cama,
gira a tu cuerpo del sueño como
encima. Esto es, dando vueltas como
cuando un niño trata de crearse
un mareo (probablemente no te
marearas durante el sueño porque
tu cuerpo físico no da vueltas).
Recuerda, "La próxima escena
será un sueño." Cuando tú pares de
dar vueltas, si no es obvio que
estás soñando, haz una prueba de
realidad. Aun cuando piensas que
estás despierto, te puedes sorprender del
hallazgo ¡que todavía sueñas!
Saludos desde mi corazón
Laura Alicia Moreno Perez
IzquierdaCentroDerechaElim
Lo siguiente es un fragmento de lo
escrito por de el antropólogo
Carlos Castaneda .en lo personal no estoy
de acuerdo en algunas cosas.
pero ese es otro tema.
En su "Viaje a Ixtlán" escribe el antropólogo Carlos
Castaneda
algunas de las enseñanzas del brujo yaki Don Juan,
en relación al mundo onírico.
Un día de agosto de 1961 le dijo lo siguiente:
"Te ha llegado el momento de aprender a acceder al poder,
y vas a empezar por empuñar tus sueños."
Dos días después, de madrugada, tras conducirlo
a la cumbre de una alta
colina, le declaró: "Aquí mismo voy a enseñarte la
primera etapa del poder...
voy a enseñarte cómo elaborar el sueño. "
Sus primeras instrucciones fueron:"esta noche, en
tus sueños, te mirarás las manos."
Preguntado el por qué de esa observación, D.Juan le
respondió que era indiferente
mirar una cosa u otra y que había escogido las
manos porque están siempre allí a
disposición del durmiente. Explicó que el examen
atento de un objeto es indispensable
para "elaborar"el sueño ya que las cosas vistas
en sueños cambian constantemente.
Se difuminan y se desvanecen para dejar lugar
a otras que, a su vez,
hacen lo mismo. Castaneda debía, por lo tanto,
ejercitarse a retener la
visión ya que soñar "es real cuando se consigue
hacer que todo sea claro y nítido".
Cuando llegó el momento de pasar a la
segunda fase de su
entrenamiento nocturno, C.Castaneda recibió
esta breve
indicación: "Escoge el lugar al que
quieres ir (en sueños).
Después, ten la voluntad de ir allí".
Así, D.Juan le enseñaba a obtener
"sueños lúcidos". Los psicólogos
denominan así al estado en el cual
el durmiente, sabiendo perfectamente
que está durmiendo, es netamente
consciente de todo lo que le ocurre.
Los ocultistas suelen denominar a esto
"viaje astral".
(No pocos escritores hacen alarde de
su ignorancia publicando numerosas
fantasías acerca de un acto tan
natural y positivo como este de hacerse
consciente de uno mismo en el
mundo onírico).
El Dr. Frederik van Eeden, uno de los
primeros psicoterapeutas,
experimentó personalmente este estado.
Basándose en sus propios
sueños estableció en 1913 una clasificación
de los sueños en 9 categorías.
Una observación realizada en uno de sus
sueños lo hizo "lúcido". Tenía la
impresión de desplazarse flotando,
en el aire, por encima de un
paisaje de árboles sin hojas.
Un hecho le llamó la atención:
durante su
recorrido aereo las ramas y ramitas
de esos árboles se modificaban a sus
ojos exactamente tal y como la
forma de los objetos parece
cambiar en
el estado de "vigilia" para un
observador que se mueve.
Pensó que ese espectáculo
no podía ser imaginario,
que su imaginación
no sería capaz de reproducir una
semejante conformidad
con las leyes de la perspectiva.
Esa reflexión le hizo consciente
de que se encontraba en el
dominio de los sueños.
Sin embargo no hace falta
rebuscar en la historia para encontrar
indicios de lucidez en los sueños.
Cualquiera que esté leyendo esta
información se habra detenido alguna
vez, en medio de un sueño,
para decirse: "bueno, si no puede
pasarme nada porque estoy
soñando...". Y esto, como decimos,
representa al menos un
pequeño resquicio de lucidez.
LAS INSÓLITAS EXPERIENCIAS
DE UN MARQUÉS
Durante su adolescencia, el marqués
Hervey de Saint-Denys,
que fue presidente de la Académie
des Inscriptions et Belles Lettres y profesor en el Collège de France, se ejercitó para conseguir una perfecta lucidez en sus sueños. En su libro
"Les Réves et les moyens de les diriger",
publicado en 1867,
este sinólogo explica cómo llegó a
interesarse en sus sueños.
Como realizaba sus estudios en su casa,
sin condiscípulos,
estaba obligado a redactar en solitario sus
deberes y a presentarlos a
horas fijas. Una vez terminados esos
trabajos escolares a menudo
disponía de tiempo durante el cual
se distraía dibujando en un álbum.
Un día, cuando contaba 13 años de
edad, se le ocurrió la idea de hacer
croquis de seres y de cosas que hubiera
visto en sus sueños, colorearlos y
añadir algunas notas que relataran esos
sueños. Como le tomara gusto al
asunto, se ejercitó en la conservación
del recuerdo del sueño en todos sus
detalles. A medida que enriquecía de
este modo su álbum, aumentó el
control que ejercía sobre sus sueños,
hasta que finalmente obtuvo un perfecto
dominio de ellos. (Lo mismo que
cualquier persona aprende a
moverse a
voluntad en el mundo físico,
lo cual nadie puede considerar
como algo negativo).
Y de este modo consiguió ser
consciente, al soñar, de su
estado onírico e,
incluso, recordar sus preocupaciones
del día, de manera que el sueño se
convirtió para él en una divertida
prolongación de la vida diurna.
Una vez adulto continuó cultivando
sus sueños. A veces hacía que lo
despertaran para recordarlos mejor.
Otras veces provocaba él mismo
su despertar, cuando hubo
aprendido a sacudirse el sueño mediante
un gran esfuerzo de su voluntad.
Nuestro marqués se sumergió
en el estudio de las obras consagradas a
los sueños. Su insuficiencia le
decepcionó. Juzgaba sin valor alguno
todos los intentos de explicación
de la actividad onírica a través de
la
fisiología ya que, según pensaba él,
conocemos demasiado poco
"los nexos misteriosos que unen el
alma a la materia para que la anatomía
sea nuestra guía en aquello que la
psicología tiene de más sutil".
(Les reves et les moyens de
les diriger, 62).
Hervey de Saint-Denys, empleando
el procedimiento enseñado más
tarde por D.Juan a Carlos Castaneda,
y que supo descubrir por sí mismo,
se ejercitó en el examen atento de
objetos que viera en sus sueños.
El denominaba "imágenes" a esos
objetos ya que, según él, soñar
era tener la visión interna de una
sucesión de imágenes, todas
creadas por la mente del durmiente.
El afirmaba que si el pensamiento de un
hombre no adquiría "ni cuerpo ni color"
era porque el mundo ambiente se
lo impedía. Pero a medida que el sueño
lo ganaba, su pensamiento
"se colorea y toma cuerpo;
ése es el sueño, y el sueño es la forma
del pensamiento mientras se duerme".
Así pues, para él, el sueño
no era sino "un pensamiento de
una especie particular" y todo
pensamiento de un hombre
dormido era un sueño(ibid., 165).
Esta es una concepción aparentemente
opuesta a la de D.Juan Matus quien,
como casi todos los ocultistas,
consideraba que el mundo de los sueños
era tan real como el de la vigilia.
Hervey de Saint-Denys observó
que cuando las imágenes del sueño
palidecían y se emborronaban,
el sueño no tardaba en disiparse.
Y, al contrario, observó que cuanto
más netas eran las imágenes,
más profundo era el sueño y menos
próximo estaba el despertar.
Por consiguiente, cuando quería
oponerse a su despertar, cuya
proximidad le venía anunciada
por la creciente imprecisión de las
imágenes, se concentraba en una de
éstas, en una hoja de árbol,
por ejemplo. Entonces la veía
recuperar poco a poco su nitidez.
Sus contornos le aparecían más
claramente, su color era más vivo.
Cuando había conseguido distinguir
perfectamente sus más mínimos
detalles abandonaba este examen
tan atento seguro de haber alejado
de sí la salida del adormecimiento
de su cuerpo físico y de haber
prolongado su sueño.
Una noche eligió su mano derecha
para contemplarla a fin de hacer
continuar su sueño. Este,
perfectamente lúcido, le permitió darse
cuenta de que conservaba un control tan
completo de su actividad
mental como en estado de vigilia...
podía, a gusto suyo, ir a la
derecha o a la izquierda,
detenerse, mirar a una o a otra dirección,
en resumen, actuar tal como él quería.
Fueron verdaderas "elaboraciones del
sueño", según
la expresión del brujo D.Juan, a lo que
procedió el
honorable académico. Consiguió no
sólo rememorar
con exactitud sus experiencias
oníricas sino también
desplazarse en sueños muy lejos
del lugar donde reposaba
su cuerpo físico. Veamos el relato
de uno de sus viajes
nocturnos: "Esta noche he soñado
que mi alma había
salido de mi cuerpo y que recorría
inmensos espacios
con la rapidez del pensamiento.
Me transporté primero
a una población salvaje.
Asistí a un combate feroz sin
correr riesgo alguno pues yo era,
a la vez, invisible e invulnerable".
La misma noche, antes de
despertarse, se encontró en
su habitación. Tuvo entonces,
durante un momento, lo
que él consideró como una
"extraña ilusión". Se vió mirando
su cuerpo dormido, antes
de volver a tomar posesión de él.
En otro sueño deambuló por una
calle de la que observó
gran cantidad de detalles.
Varios años después de ese sueño,
durante un viaje a Francfurt,
reconoció allí esa calle,
sin error posible, según él afirma,
ya que pudo ver,
con sus ojos carnales, todos los
detalles que había
observado en su sueño con su
mirada interior y
que había anotado
cuidadosamente en su álbum.
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Laura alicia moreno Perez
Buscame en youtube y facebook...
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Claves para vivir más lúcida mente en
el Mundo de los Sueños
(y en el mundo físico)
1.- LO MÁS IMPORTANTE: nunca
pierdas tu CAPACIDAD DE ASOMBRO.
El día que dejen de brillar te los ojos ante
el maravilloso
espectáculo de la vida entonces estarás
verdaderamente "muerto".
2.- En tu vida diaria permanece siempre
ATENTO a los múltiples
cambios que suceden continuamente a
tu alrededor.
NUNCA MIRES NI HAGAS LAS COSAS
HABITUALES RUTINARIAMENTE.
3.- Aprende y recuerda siempre que ESTE
MOMENTO es el más importante de
tu vida. Y es que, en realidad, no tienes otro.
Sólo tienes posibilidad de vivir en
TIEMPO PRESENTE. Tú existes AQUÍ Y
AHORA. Si lo comprendes, es así,
si no lo comprendes, es así.
4.- Acostúmbrate, incesantemente, a verte
a ti mismo en escena, en todas
las cosas que hagas. No pierdas
la conciencia, la sensación clara, de que
ESTAS AQUÍ Y AHORA , vivo, existiendo.
Siéntelo ahora. Trata de sentirlo siempre.
Y si te olvidas, vuelve a recordarlo.
5.- Trata de parar, en algún momento
del día, tus actividades durante un
momento. Siéntate algunos minutos,
relájate y conviértete en un espectador
de tu mente. Contempla tus
pensamientos como si fuesen
una película.
No te dejes atrapar por ellos.
Sólo obsérvalos seren amente,
relajadamente y déjalos pasar.
Este sencillo ejercicio debe resultar te
agradable. Si no es así es que
no lo estás haciendo adecuadamente.
Entonces déjalo y practica sólo
el siguiente.
6.- Dedica algunos minutos,
por la mañana y por la noche,
a RESPIRAR
CONSCIENTE MENTE. Simplemente
relájate, haz dos o tres respiraciones
profundas y luego deja que tu
cuerpo respire por sí solo. Tú únicamente
OBSERVA como lo hace.
Esto te resultará muy gratificante.
7.- Prueba esta sencilla táctica:
antes de dormirte observa
detenidamente
tu cuarto, como si lo vieras
por primera vez. Date cuenta
que tu cuerpo
va a descansar, que te estás acostando.
Repíte a ti mismo: "voy a descansar
en mi cama. Si a partir de ahora me
encuentro en otro lugar o con
otras personas
es que estoy soñando. Me daré cuenta y
me moveré a voluntad". Si lo practicas
con la debida constancia acabará dando
un positivo resultado. Sólo ten la paciencia
suficiente para que el mensaje se grabe
en tu subconsciente.
8.- También puedes dormirte imaginando
(jugando) que viajas a cualquier lugar que
te guste. No te pongas límites, puedes ir
volando si quieres y contemplar el lugar
desde todos los ángulos que quieras.
Cuando tu cuerpo, por fin,
se quede dormido,
el lugar al que te has trasladado como si
de un juego se tratase te rodeará por
completo y podrás explorarlo
en tu sueño.
9.- Puedes, si quieres, simplemente
observar como te vas durmiendo.
Ocurren muchos interesantes
fenómenos en este proceso.
Te conviertes en un investigador
del sueño. Si sueles practicar el
punto 5 te será más sencillo.
Pero ahí personas que no
son capaces
de relajarse, de observar sin
tensiones y no consiguen que su
cuerpo
se duerma mientras tratan de observar
su sueño. Tal vez puedas
corregir ese error.
10.- Hay una clave muy bonita
pero también personas a las
que les
da miedo (miedos hay para
todos los gustos) o les pasa
lo del punto
anterior. Consiste en observar
como el cuerpo se duerme para llegar
a captar un instante "mágico".
Se trata del momento en que el cuerpo
ni está dormido del todo
ni despierto. Cuando las
imágenes de los
sueños empiezan a tomar
consistencia y color. Cuando los sonidos
del mismo empiezan a tornarse
nítidos. En ese breve instante,
con decisión sintiendo que uno es
algo sutil, ligero... se levanta.
Tal como suena: levantarse.
Si el instante es el adecuado
observareis
que has separado de vuestro cuerpo.
Si miras a la cama
lo veras durmiendo
(como puedes imaginaros
la primera vez
la impresión es tal quete despertaras
inmediatamente).
Pero también puedes flotar
en el aire o atravesar una pared
(cuidado impetuosos, a veces
se ha levantado uno con su
cuerpo físico, así que si quieres
atravesar tabiques probad
antes con una mano).
Si no ha salido bien se
vuelve uno
a la cama y repite.
Pero esto no es para
los que se cansan
enseguida, para los perezosos
o los que les da miedo casi todo.
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